- “Manso es el que sabe sufrir al prójimo y sufrirse a si mismo”. (D 175)
- “Si quieres ser perfecto vende tu voluntad y dala a los pobres de espíritu; y ven a Cristo por la mansedumbre y la humildad y síguele hasta el Calvario y sepulcro” (D 176)
- “El que no tiene nada lo tiene todo” (2S 4,5)
- “! Ay Dios y Señor mío, cuán muchos hay que nadan a buscar en ti consuelo y gustos y a que les concedas mercedes y dones, más los que a Ti pretender dar gusto y darte algo a su costa, pospuesto su particular, son muy pocos. Porque no esta la falta, Dios mío, en no nos querer tu hacer mercedes de nuevo, sino en no empelar nosotros las recibidas sólo en tu servicio, para obligarte a que nos las hagas de continuo” (2N 19,4)
- “Más agrada a Dios una obra, por pequeña que sea, hecha en escondido no teniendo voluntad de que se sepa, que mil hecha con gana de que las sepan los hombres; porque el que con purísimo amor obra por Dios, no solamente no se le da nada de que lo vean los hombres, pero ni lo hace porque lo sepa el mismo Dios; el cual, aunque nunca lo hubiese de saber, no cesaría de hacerles los mismos servicios con la misma alegría y pureza de amor”. (D 20)
- “Tú, Señor, vuelves con alegría y amor a levantar al que te ofende, y yo no vuelvo a levantar y honrar al que me enoja a mi” (D 46)
- “No te conocía yo a Ti, Oh Señor mío, porque todavía quería saber y gustar cosas” (D.32)
- “El que busca a Dios queriéndose estar en su gusto y descanso, de noche le busca, y así no le hallará” (C 3,2)
- ¡Oh almas criadas para estas grandezas y para ellas llamadas1, ¿Qué hacéis?, ¿en qué os entretenéis? Vuestras pretensiones son bajezas y vuestras posesiones miserias. ¡Oh miserable ceguera de los ojos de vuestra alma, pues para tanta luz estáis ciegos y para tan grandes voces sordos, no viendo que, en tanto que buscáis grandezas y gloria, os quedáis miserables y bajos, de tantos bienes hechos ignorantes e indignos” (C 39,7)
Mes: febrero 2010
El Sentido de la Vida
La pregunta sustancial del hombre moderno no es la del hombre antiguo que se preguntaba por la salvación; ni la del hombre medieval que se preguntaba por la naturaleza sobrenatural que asume la nuestra; tampoco el hombre moderno se preocupa por encontrar un Dios misericordioso como Lutero. El hombre moderno se pregunta por el sentido. ¿Mi vida tiene sentido? Esto, consciente o inconscientemente, aparece como una pregunta insoslayable: la libertad absoluta y a veces desquiciante, el hedonismo, el consumismo, etc, etc son respuestas dadas a esta pregunta que martillea la conciencia del hombre moderno.
¿Puede Santa Teresa, mujer inquieta del siglo XVI, darnos alguna pista para resolverla?
Para Teresa, el hombre, no puede ser pensado sin Dios: “A mi parecer jamás nos acabamos de conocer, sino procuramos conocer a Dios” (1M 2,4). Teresa por el camino de la interioridad no sólo se supo radicada en Dios, sino habitada por Él.
Conocer a Dios para conocerse a si mismo a la luz de Dios constituye para Teresa el fundamento del sentido de la vida del hombre. Teresa descubrió en su experiencia que la acción de Dios para dar vida y sentido al hombre no es algo externo o extraño al hombre, sino que tiene el manantial en el centro del hombre mismo. Supo ir descubriendo, que lo más hondo del hombre es una especie de apertura radical a Dios.
El sentido de la vida del hombre vendrá de entrar en contacto con esa fuente, que es Dios que es recreador del ser humano, no lo oprime ni lo angosta, sino que lo dilata y lo ensancha, lo rehace.
Para descubrir el sentido de su vida, el hombre, nos enseña Teresa, no le basta con conocer el castillo y pararse delante de él. ¡Tiene que entrar! Y para entrar en él, sólo hay una puerta: la oración
El hermano
Correo electrónico del Monasterio
Estimados amigos que seguís este blog, como veréis por las últimas entradas estamos llevando a cabo algunos cambios dentro del mismo. Hasta este año todas las entradas estaban escritas por el P. Ramón, el prior del Monasterio de S. José de las Batuecas, junto a algunas colaboraciones enviadas desde Texas por Juan Yennis. Desde el mes de enero, se ha incorporado un nuevo colaborador: El Hermano.
El vivir en un valle sin cobertura de móvil y sin conexión a internet, unido a una vida en clausura, silencio y oración, hacen que sea difícil actualizar los contenidos del blog, y mucho más el responder personalmente a cada uno de vuestros comentarios, que se acumulan poco a poco.
Por eso, nos parece más justo para todos el proporcionar un contacto directo con el P. Ramón, mediante el correo electrónico. Ya tenéis todos los medios de comunicación de los que disponemos en el apartado «contáctanos«. Ahora incorporamos, también, el correo electrónico. A él, si queréis, podéis enviar vuestros comentarios, sugerencias, preguntas, tener un contacto más directo con el prior del Monasterio…
Os agradecemos a todos vuestra fidelidad e interés por lo que aquí vamos publicando. En el poco más del año que lleva abierto este blog estamos rozando las 50.000 visitas. Esto nos anima enormemente a seguir compartiendo vivencias y reflexiones.
¡GRACIAS DE CORAZÓN A TODOS Y CADA UNO!
[foto: eMail, de Esparta]