Hoy, 28 de noviembre de 2010, celebramos el primer domingo de Adviento que nos anima a caminar hacia la Noche de Navidad en la que recordamos el Nacimiento de Dios en el portal de Belén. Pero para todo el Carmelo Descalzo es un día muy especial, hoy conmemoramos la primera fundación de frailes carmelitas descalzos en el “lugarcillo de Duruelo”.
Ocurría también un 28 de noviembre y la Iglesia celebraba, al igual que hoy, el primer domingo de Adviento, pero hablamos del año 1568. Justamente un 28 de noviembre de 1568 nacía el Carmelo Descalzo masculino. Los primeros descalzos fueron fray Antonio de Jesús, fray Juan de la Cruz y fray José de Cristo; tres hombres decididos que dejaron todo por seguir a Cristo según el ideal iniciado por Teresa de Jesús. La Santa de Ávila no se conformaba con ir fundando palomarcitos femeninos por la Vieja Castilla del s. XVI, quería otros palomares en los que se formaran los guías espirituales de sus hijas las carmelitas descalzas y que a la vez llevaran en mensaje del Evangelio por pueblos y ciudades ya que ellas sólo podían hacerlo desde el silencio y oración de la clausura.
Teresa de Jesús no daba ninguna batalla por perdida y al fin consigue su deseado anhelo. En Duruelo, en un rincón perdido de la meseta castellana entre Ávila y Salamanca se abría la puerta del “portalito de Belén” que con gran cariño bautizó así la misma Teresa en su libro de Las Fundaciones. En este libro, en el capítulo14, nos hace un completo y novelado compendio de esta fundación tan importante para la historia carmelitana.
Duruelo es un lugar que para todo hijo de Santa Teresa no deja indiferente: poder pasear por los caminos que tantas veces recorrería a pie descalzo Juan de la Cruz; orar en el mismísimo lugar de nacimiento del Carmelo Descalzo masculino; contemplar el paisaje de encinas, dehesas y ganados que dieron vida al Portal de Belén del Carmelo Descalzo; respirar el aire que nos empuja y nos lleva saborear de otra manera el Cántico espiritual, la Subida del Monte Carmelo, la Noche oscura, la Llama de amor viva, La Fonte que mana y corre, …; todo ello y mucho más es un regalo que cada vez que vamos a este emblemático y entrañable lugar recibimos a manos llenas de parte de Dios.
Todos los años se conmemora esta fecha; este año hemos de recordarla de manera especial ya que coincide en todo con aquel 28 de noviembre de 1568. El Carmelo Descalzo masculino dio aquí sus primeros pasos y hoy los sigue dando a lo largo y ancho de todo el mundo después de 442 años de una historia que merece la pena ser contada con detalle, sosiego y mucho candor.
Fr. Rafael Pascual Elías OCD