Cristo es mío y todo para mí


Cristo

Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre.

Sal fuera y gloríate en tu gloria, escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón.

San Juan de la Cruz

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2 comentarios sobre “Cristo es mío y todo para mí

  1. Me vienen a la memoria las palabras del Bautista: «A ese yo no soy digno ni de atarle las sandalias». Señor, ten piedad de mí, de todos nosotros, pero de mí porque hasta en eso soy soberbio: me siento el más pecador del mundo. Enséñame la humildad que le enseñaste a Pedro, que te negó y salió huyendo, porque eso es lo que yo hago cada día. Perdona mis pecados, Señor!

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