
“ En el silencio / la noche clara / abre su seno / a la Palabra. Es la primera estrofa del villancico que compuso para nuestro desierto uno de sus moradores, que se firma Fray Bernabé de San José. Las dos notas de nuestro valle: el silencio y los cielos estrellados en noches tan claras que hacen muy cercanas las estrellas, nos sirven para hacer unas breves reflexiones navideñas y con ellas felicitar a nuestros amigos en la web.
“En el silencio”, cabe la admiración. Sí, admiramos en esas reproducciones iconográficas de nuestros “belenes” al Niño en el pesebre. ¡Qué belleza, juntar la inmensa riqueza de Dios encerrado en la pequeñez de una criatura humana, y ésta recostada en humilde paja! No caben en esta expresión de la hermosura modelos, ni formas preconcebidas, es la sencillez suma de la pobreza, del silencio, en el que cabe la plena admiración.

“La noche clara” Si, ahora es paradoja cierta, la luz de la noche clara es en Batuecas algo que sorprende. La silueta de todo a la luz de la luna se torna tierra de plata. En esos semblantes plateados se anhela ver al fin brillar la plena luz que se acerca y que los convierta en el oro vivo y brillante que han de ser para siempre. La llegada del Sol que viene de lo alto iluminará el seno plateado de una humanidad que busca ser iluminada.
Que estas fiestas del Nacimiento del Salvador te ayuden a contemplar la Hermosura divina y a dejarte iluminar por el Sol que nos llega.
F. Brändle