
«Somos amigos de contentos más que de cruz. Pruébanos tú, Señor, que sabes las verdades para que nos conozcamos!»
(Santa Teresa, Moradas 3ªs, cap.1,9)
Tiempo de reflexión. Tiempo para amar. Estos días de duro confinamiento, solos o en familia o con algún amigo, nos da tiempo para ordenar nuestra casa, nuestro interior, y nos revela lo mucho que dependemos uno de otro. Que las palabras de Jesús, o Santa Teresa, o San Juan, están infundidas de una verdad reveladora.
Complacientes y viviendo una vida llena de bienestar material, esta pandemia nos revela la importancia de la caridad y misericordia, de cuidar de los enfermos, enterrar a los que han muerto solos, relativizar y transformarnos. Ahondar en nuestro autoconocimiento y amor mutuo. Prepararnos para el mundo post-virus.
Desde lo profundo de la fosa nace la esperanza. En la oscuridad se refuerzan nuestras raíces, para florecer en la luz.
Hermano Frederik