Textos monásticos de todos los tiempos: El sendero medio

Los monjes de todos lo tiempos se han adentrado en la experiencia común del Misterio divino. Aun perteneciendo a distintas tradiciones religiosas, tienen muchas cosas que les asemejan. La totalidad de su entrega, el descubrir que sólo hay una cosa necesaria: Dios, y la pedagogía que les dispone a la experiencia sagrada, constituyen un universo familiar para todos ellos.

A partir de ahora os iremos presentando diversos textos de esta rica tradición monástica milenaria, no tanto para leerlos y olvidarlos, sino para rumiarlos en la soledad, pues de ella surgieron.

EL “SENDERO MEDIO”

Y el Bienaventurado habló así a los cinco monjes: “Hay dos extremos, oh monjes, que debe evitar todo aquél que ha renunciado al mundo. ¿ Cuáles son esos dos extremos? Una vida entregada a los placeres, dedicada a los placeres y a la concupiscencia, que es una vida degradante, sensual, vulgar, innoble y sin provecho, y una vida entregada a las mortificaciones, que es penosa, innoble y sin provecho. Evitando estos dos extremos, oh monjes, el Tathâgata ha alcanzado el conocimiento del Sendero Medio que lleva al discernimiento, que lleva a la sabiduría, que conduce a la serenidad, al conocimiento, al sambodhi, al nirvana.

¿Qué es, oh monjes, este Sendero Medio cuyo conocimiento ha alcanzado, el Tathâgata, que lleva al discernimiento, que lleva a la sabiduría, que conduce a la serenidad, al conocimiento, al sambodi, al nirvana? Es el sagrado Sendero Óctuple, a saber: Recta Creencia, Recta Aspiración, Recta Habla, Recta Conducta, Rectos Medios de vida, Recto Esfuerzo, Recta Memoria, Recta Meditación. Éste es, oh monjes, el Sendero Medio cuyo conocimiento ha alcanzado el Tathâgata, que lleva al discernimiento, que lleva a la sabiduría, que conduce a la serenidad, al conocimiento, al sambodhi, al nirvana”.

Mahavagga 1,6,17.

[Foto: Myanmar Birmanie monks, de Eric Lafforgue]

Textos monásticos de todos los tiempos: La recta meditación

Los monjes de todos lo tiempos se han adentrado en la experiencia común del Misterio divino. Aun perteneciendo a distintas tradiciones religiosas, tienen muchas cosas que les asemejan. La totalidad de su entrega, el descubrir que sólo hay una cosa necesaria: Dios, y la pedagogía que les dispone a la experiencia sagrada, constituyen un universo familiar para todos ellos.

A partir de ahora os iremos presentando diversos textos de esta rica tradición monástica milenaria, no tanto para leerlos y olvidarlos, sino para rumiarlos en la soledad, pues de ella surgieron.

LA “RECTA MEDITACIÓN”

¿ Y qué es la recta meditación? Aquí

1) un monje libre de pasiones y malos pensamientos alcance el primer trance del gozo y el placer, que va acompañado de razonamiento e investigación, y que surge del retiro, y en él permanece.

2) Al cesar el razonamiento y la investigación, en un estado de serenidad interior, con su mente fija en un solo punto, alcanza el segundo trance del gozo y el placer, que surge de la concentración, y que está libre del razonamiento y la investigación, y en él permanece.

3) Con ecuanimidad e indiferencia con respecto al gozo, permanece atento y dueño de si, y en su cuerpo experimenta el placer que los nobles llaman “morada con ecuanimidad, atenta y feliz”, y alcanza el tercer trance y en él permanece.

4) Desechando el placer y el dolor, e incluso antes de que desaparezca el júbilo y la depresión, alcanza el cuarto trance, en que no hay ni placer ni dolor, y que lleva consigo la pureza de la memoria y de la ecuanimidad, y en él permanece. A esto, monjes, se llama Recta Meditación.

Samyutta-nikâya 5,8.

[Foto: Buddhist monk, de echiner1]