
Aquesta eterna fonte está escondida
En este vivo pan por darnos vida,
Aunque es de noche
Aquí se está llamando a las criaturas
Y de esta agua se hartan, aunque a oscuras,
Porque es de noche
Aquesta viva fuente que deseo
en este pan de vida y la veo
aunque es de noche
Con estos versos de san Juan de la Cruz me dispuse a vivir la oración del jueves de Corpus, que como es costumbre cada jueves hacemos ante el Santísimo expuesto. Di gracias a Dios de poder descubrir la viva fuente deseada escondida en el pan vivo, sacramento eucarístico, aquí en Batuecas, lugar en el que el deseo de Dios se ahonda ante una creación que se adentra en tu vida, desde el mismo hecho material de unos montes que no te permiten ir a ellos, porque son ellos los que vienen a ti. Que hermoso con San Juan de la Cruz contemplar a toda la creación hartándose de la fuente divina en este vivo pan. Sí, el pan sacramentado, era la presencia del resucitado que todo lo llena, concentrada en esa verdad siempre profesada por la iglesia, de la presencia real de Cristo. Ahora esa fe se hacia tan honda que al tiempo que llenaba de Dios mi vida, la contemplaba en el misterio eucarístico. Sabía que en el domingo de Corpus, nuestra procesión con el Santísimo se haría subiendo por las laderas de los montes a una de las ermitas que lleva por titular el santísimo Sacramento, y con ello estos versos de San Juan de la Cruz, por él vividos en la oscuridad de una cárcel conventual, a mí se me iban a regalar en la libertad de una creación puro don de Dios, pero que gime la plena manifestación de la gloria de los Hijos de Dios, ya comenzada en este misterio de la Eucaristía, y abierta a su plena realización. Así pude vivir mi adoración, unido a toda la humanidad y a toda la creación en viva esperanza de lo que un día será, más allá de mis cálculos y proyectos.
F. Brändle